Cuando estamos a 39 grados y digo, qué rico calorcito, cómo me encanta, la gente se me queda viendo como que no muy creyendo que me guste la humedad y el calor sofocante. Monterrey es una ciudad de clima altamente variable y para mí, los meses de verano son los mejores que existen, siempre y cuando se pueda disfrutar el verano. Y por disfrutar del verano, me refiero a poder salir a correr una tarde como esta, así, con el calor en la cara, con un olor en el viento a flores y colores deliciosos. Y claro que más lo disfruto ahora que estoy de «vacaciones» de la escuela y que puedo darme el lujo de volver a correr.

Hace una semana nos fuimos un fin de semana a la Isla (también conocida como la playa de los regios) y como siempre, terminé con un bronceado rojizo como si me hubiera ido un mes a la playa.

En resumidas cuentas, ya estoy de regreso en la pista, entrenando y feliz, aumentando los kilómetros y llenándome del verano antes de que se termine!

Felices trotes :)

En mi iPod: The Walker – Fitz and The Tantrums