Me encuentro a dos días del 10k, con una caja de kleenex y una cobija, sentada en mi sillón esperando que este “resfriado” sea solo un chiste del destino. La semana empezó con una victoria: mis primeros 10 kilómteros completos. Por fin rompí los 10. Dicen los expertos que en la semana previa a la carrera, hay que programar el entrenamiento más pesado para lunes o martes. Una vez corridos, los demás días se deben dedicar a carreras más cortas, y finalemente un día antes, hay que descansar. Y en efecto, ahora me encuentro descansando, pero sin haber pensado que iba a ser un descanso obligado, con gripa incluida.
Pero no todo es gris en un día como hoy. El sol siempre vuelve a salir y una nubecita en el cielo no va a llover en mi carrera. Mañana será otro día. Mañana habrá que convencer al cuerpo y a la mente que estamos al 100. Y que la batalla no termina hasta cruzar la meta.
La Pista Urbana 