Dicen los regiomontanos que si el clima de Monterrey no te gusta, no te preocupes pues mañana será diferente. Este año en particular empezó diferente de otros. Enero siempre es muy frío y algo lluvioso. Pero este año no tuvimos temperaturas tan bajas hasta Febrero. Hace unos días no dejaba de llover y hoy brillaba el sol cual primavera.
Hoy en la mañana al salir, lo primero que percibí fue olor a flores. Es pronto para hablar de primavera pero sé que esta cerca porque como cada año las alergias no fallan en avisar. Corría por Calzada y no paraba de estornudar. Pero por otro lado, me gusta ese olor caluroso que empieza en este tiempo. Es curioso pero el olor de los árboles de noche en la ciudad me llama mucho la atención. Es una mezcla de fogata con humedad. No sé como describirlo pero en mi mente es el olor a calor. A tiempo de calor.
Hace unos días alguien compartió una fotografía de un hombre tocando el violín en una estación de metro en Washington. Tocó por 45 minutos mientras pasaban más de mil personas. Algunos voltearon pero la mayoría pasó de largo. Recolectó 32 dólares de propinas. Ese hombre era un famoso violinista incógnito que normalmente llena conciertos de 100 dólares por boleto. Su violín vale millones y las piezas que tocó eran de Johann Sebastian Bach. Este experimiento social organizado por el Washington Post confirma la conclusión de que no percibimos la belleza en contextos ordinarios. Nos pasa de largo.
Sea el aroma de los árboles, el paisaje o los perros que corren con sus amos, no perdamos de vista la belleza de la pista urbana. A veces es ruidosa, a veces callada, pero te aseguro que tus trotes serán mejores si te dedicas a disfrutarla.
Felices trotes :)