Locura a medias – Crónica del primer medio maratón

Rara vez me topo con alguien que se llama igual que yo y mucho menos que tenga el mismo apellido también. Cuando llegamos a la expo en San Antonio para recoger nuestros números del medio maratón Rock ‘n Roll, me dirigí a las listas de nombres a buscarme y que me topo con la sorpresa que habíamos dos. Pronto me aclararon mi número en atención al cliente y con eso pude recoger mi chip, playera y una bolsa donde cabrían todos los goodies que estaban por regalarme.

El patrocinador principal fue Brooks y tenían un carnaval donde podías hacer pruebas de pisada y jugar para ganar premios. Me regalaron un paleacate y mi suerte con un adivino. Recorrimos un rato más llenandonos de electrolitos y todo tipo de barras de proteina. Después hicimos casi una hora de fila para vendarnos con KT Tape. Qué aunque no te quita el dolor, previene que te lastimes más.

El día de la carrera caminamos unas cuadras del hotel hasta la calle Market en el centro de San Antonio. La temperatura estaba templada, para nada frío. Poco a poco empezó a salir el sol y los locutores nos recordaban hidratarnos bien porque iba a ser una carrera caliente. Yo estaba ubicada en el corral 28. Así que aunque el primer disparo fue a las 7:30 yo salí casi a las 8:10. Frente a mí había dos niñas como de 17 años ambas con un listón naranja colgado de su playera con un nombre. Justo antes de salir, una le dijo a la otra apuntándole, si te cansas piensa en él.

Antes del primer kilómetro sentí la primera excusa de mi cuerpo. Quiero ir al baño. Esto es más que normal y me pasa en todas las carreras. Por lo general no son más que unos kilómetros para que se me olvide. En esta ocasión pensé que iba a tener que pararme al baño y más porque estaba muy nerviosa, pero poco a poco me calmé.

Mi lema desde el principio fue despacio y con calma porque no quería lastimarme más de lo que ya estaba. Iba a terminar a mi propio paso y sin detenerme nunca. Para los primeros 10K ya me dolía la rodilla y la planta del pie. Bajé un poco más el paso y me concentré en leer los letreros, saludar a la gente, comer GU, jelly beans y tomar agua. Sabía que podía mucho más que eso.

Estaba impresionada de muchos que iban corriendo, porque a simple vista, no se veían como corredores. Había gente de edad, gente con sobrepeso, gente con discapacidades. Uno que otro soldado corriendo con todo y botas y mochila. Pasamos por unas casas que nos refrescaban con sus mangueras. Uno de mis letreros favoritos: “Shut UP legs!”.

Cuando mandé imprimir mi playera le puse por el frente mi nombre porque me ha tocado en otras carreras que la gente que te ve, te grita por tu nombre y esos son los mejores ánimos que te pueden dar. Les respondía levantando mis brazos y sonriendo.

Pasando el kilómetro 18 sentí que estabamos ya muy cerca, y sin darme cuenta había apretado el paso de nuevo. Me iba moviendo rápido y sin pensarlo. Nunca había corrido tanto. Mis piernas no sabían lo que era correr más de 15K.

En el kilómetro 20 no podía dejar de sonreir. Iba en tiempo, me sentía adolorida sí, pero no cansada. La meta estaba muy muy cerca. “You got this Melissa!” Me gritaban. Sentía la piel chinita de emoción. Las piernas a tope. Una última subida grande y pisé el acelerador al máximo. 2 horas 24 minutos. La meta, la medalla, la gloria. ¡Lo había logrado!

Rápido me entregaron una toalla fría y una bolsa de hielo. Agarré todo lo que pude. Un plátano, unas barritas, gatorade. Encontré a mis amigos y nos sentamos a descansar.

El camino al hotel fue lo más pesado de todo porque mi pie y mi rodilla izquierda ya estaban un poco inflamados, pero después de 2 horas de trote ya lo único que queríamos era llegar.

Me siento muy feliz de haber corrido mi primer 1/2 maratón. En Octubre de este año cumplí 4 años de haber hecho el primer 5K. Y dije que nunca correría más de 10K. Nunca digas nunca, pienso ahora que me preguntan del maratón. Al menos no por ahora. No por ahora.

Felices trotes =)

En mi iPod: Kanye West – All of the lights feat Rihanna, Kid Cudi