Antes de correr en Brooks, corría con tenis Saucony. Por un tiempo, dejé de encontrarlos y me decidí a probar otra marca. Mis Brooks resultaron muy buenos. Buen precio, buen soporte y lo mejor de todo es que los encontraba en mi talla. Pero hace unos días por fin, me volví a topar con unos tenis Saucony. Tuve mis dudas de comprarlos porque la verdad es que mis tenis no estaban tan desgastados como para remplazarlos. Aunque tenían ya un año conmigo, se puede decir que no tenían acumulados tanto kilometraje. Pero tengo una regla en cuanto a zapatos. Cuando encuentro unos que me gustan y en mi talla, siempre los compro.
Y el resultado, una maravilla. ¡Estoy feliz!
He estado corriendo entre 2 y 3 kilómetros, 3 veces por semana. Subidas y bajadas. Intentando mejorar la técnica de puntas, que no ha sido fácil, pero cada vez me siento más cómoda, de pasos más ligeros y lo mejor, más veloces. Hasta ahora, no he tenido ningún problema con mis rodillas.
No sé que tanto se deba a mis tenis nuevos o si el verano me cambia el humor, o si he tenido días tan pesados que cuando salgo a correr últimamente he estado disfrutando mucho más mis trotes. A veces es bueno salir y recordar tantas cosas buenas en uno mismo para hacerse sentir mejor. Un buen trote es como una palmada en la espalda, una felicitación personal, un “bien hecho pequeño cuerpo, lo lograste una vez más”.
Ayer estaba leyendo una historia que me dejó pensando en esto y porque lo importante de recordarnos lo bueno que somos. Aquí se las comparto.
Hay una tribu en África que tiene una hermosa tradición. Cuando alguien hace algo incorrecto, llevan a esa persona al centro de la aldea y todos lo rodean durante dos días recordándole todas las cosas buenas que ha hecho en su vida. La tribu cree que cada ser humano viene al mundo como bueno. Todos deseando seguridad, amor, paz y felicidad. Pero en ocasiones, en la búsqueda de estas cosas, las personas cometen errores. La comunidad entiende esos errores como un grito de ayuda. Se unen entonces para levantarlo, para reconectarlo con su naturaleza verdadera, para recordarle quien es en realidad, hasta que recuerde aquella verdad de la que se ha desconectado: “Yo soy bueno” Shikoba Nabajyotisaikia!
NABAJYOTISAIKIA, es un halago utilizado en Sudáfrica y significa: “te respeto, te adoro. Me importas” en respuesta dicen SHIKOBA, que es:” Entonces, yo existo para ti”
Felices trotes :)
En mi iPod: Ready, set, roll – Chase Rice
love it :)