Dennis Kimetto ganó hoy el maratón de Berlín imponiendo nuevo record mundial con 2:02:57. Mientras leía la noticia, no pude evitar sentir una fuerte emoción por correr una carrera así alguna vez en mi vida. Últimamente me la paso escuchando comentarios de algunos colegas corredores que están por correr maratones en esta temporada. Se viene lo fuerte del año. Pensaba esto mientras corría mi pequeño trote, lejano de comparación con una distancia de carrera.
Volviendo a la realidad, mi realidad hoy es que no corro al nivel que me gustaría. Entreno 4 veces a la semana, si es posible y de vez en cuando intercalo otros entrenamientos con la corrida. Y honestamente, no siempre ha sido así.
Hace un tiempo, quise mantener un ritmo de entrenamiento tratando de llevar el mismo estilo de vida. Me refiero a querer lograr la fantasía de dedicarle mucho tiempo al entrenamiento y al trabajo sin dejar de salir y desvelarme. Corría carreras todo el tiempo sin haberme si quiera preparado lo suficiente. Después me enfermaba, me lastimaba o algo pasaba.
Hoy he tenido que aprender una palabra que antes no estaba en mi vocabulario. “Trade-off”. Simplemente es tomar decisiones que implican ganar en algo a cambio de perder en otra cosa. Dormir a las 10:30 de la noche no es exactamente lo más divertido, ni tampoco dejar pasar un compromiso social entre semana.
La clave es entender que aceptación no significa darse por vencido. Significa entender que las cosas son como son en la vida y hay que trabajar con ella y no contra ella.
Ahora bien, no significa tampoco borrar los sueños como aquel maratón que algún día podré correr. Significa dar lo mejor hoy con lo que puedo dar y esperar con calma el momento indicado. Eso sí, abrazarlo con toda la determinación posible cuando así sea.
Felices trotes :)
En mi iPod: The power of love – Huey Lewis & The News