Hace tiempo que no escribía y ha pasado tanto en este tiempo. Tuve un inicio de año bastante acelerado y también tuve que hacer muchos ajustes en el entrenamiento.
Primer ajuste. Gripa. Estuve fuera del entrenamiento por un par de semanas por una gripa horrible que empezó como un pequeño dolor de garganta hasta convertirse en un knock-out total sin poder si quiera ir a la oficina a trabajar. El cambio de clima, el frío, la lluvia, las bajas defensas después de las fiestas decembrinas, de todo.
Segundo ajuste. Clases. Por fin empecé mi maestría y eso me quita dos días completos a la semana. Así que estoy entrenando por las mañanas si es que puedo y cambiando algunos días que antes eran de descanso por entrenamiento.
Tercer ajuste. Lesiones. Después de la gripa, tan pronto me sentí lista para empezar a correr lo hice con una euforia desenfrenada. Obviamente exageré con algunas subidas y mi rodilla me puso un alto. Después vinieron los chamorros sobrecargados y un dolor que todavía no descifro en la ingle.
En resumidas cuentas, la cuesta final de un entrenamiento largo para una carrera importante nunca es fácil. Pero no todo ha sido malo, también he tenido algunos buenos entrenamientos que pronto les contaré. El sábado por ejemplo, por segundo fin consecutivo nos fuimos a fundidora a correr 15K. La ventaja de esta ruta es que es plana, solo que hoy metimos un poco de variedad corriendo también por Santa Lucía y eso si incluye algunos puentes. Esta fue la ruta:
Estamos a 2 semanas del 21K y lo que sigue ya es de bajada. Voy a concentrarme en ser constante con los entrenamientos, cuidar mucho la postura para no lesionarme y relajarme. Pero sobretodo, preparar la mente. Tan importante como un cuerpo fuerte, tener la mente preparada.
Felices trotes :)
En mi iPod: Love me like you do – Ellie Goulding