Con el alma abierta
El pulso golpeteando maxima
Cada vez que me reencuentro con la pista es como un amor perdido que hay que recuperar. Mi primer intento este domingo fue fallido pues quise correr a mi paso usual. Grave error. Me vi perdiendo el equilibrio en medio de un montón de ancianos celebrando el día del abuelo en medio de la pista de Calzada. Una vez que pude recuperar el aliento y pude volver a caminar, pensé que ya me sentía mejor y quise dar un segundo intento a correr de regreso. Al principio lo logré, pero de nuevo al terminar el circuito, volví al punto del colapso.
Dejando el tema del desamor y hablando de lo opuesto, hace nueve meses, que fue cuando escribí por última vez, estábamos a punto de terminar el año y no sabía lo que me esperaba en pocos días. En un día normal, apareció el momento que iba a cambiar mi vida. De ahí en adelante, los pasados meses me estuve preparando para la carrera más importante. Una carrera fuera de la pista, una carrera para toda la vida. Y así comienza la historia después de una maravillosa boda y una extraordinaria luna de miel. Aquí una foto en Kona, Hawaii, hogar del campeonato mundial del Ironman.
Un mes después de casados y unas semanas de vuelta a la vida normal, era de esperarse que la pista no me recibiera con el alma abierta como yo. Aun así, hoy insistí. Ahora a un paso a la mitad de velocidad y con paradas cada medio kilómetro, tal cual principiante. Fue más fácil con la brisa de la lluvia que empezaba a caer en Calzada. Volví a controlar mi respiración y mis piernas se fueron soltando paso a paso. Solo espero recuperar mi amor perdido pronto.
Regresa por favor
Que no puedo seguir así
Te tengo que recuperaaar
Felices trotes :)
En mi iPod: Plan Perfecto – Los Claxons